Son tiempos de reflexión…

La vida pasa rápido, el tiempo vuela y sentimos que vamos a contracorriente, que avanzamos forzados sintiendo que nos perdemos cosas por el camino o que no disfrutamos o aprovechamos el tiempo que se nos ha dado. La vida pasa y sentimos no poder sostenerla.

Pero a veces la vida se detiene o nos obliga a hacer una pausa.

Y cuando esto sucede nos cuesta detenernos con ella más de lo que pensábamos.

Y cuando esto sucede no nos queda otra que ………. reflexionar.

El parar, el sentirse detenido, especialmente por algo que no podemos controlar nos lleva a salir de la zona de confort, adaptarnos a la nueva situación, a crear nuevos hábitos y rutinas que nos permitan sobrevivir al cambio. Muchas inquietudes y preguntas surgen de nuestro interior y ÉSTAS son un REGALO. La vida constantemente nos está aportando situaciones para aprender, para mejorar, para ayudar. En situaciones de caos, en momentos en los que no podemos hacer nada y nos sentimos inútiles, cuando no podemos hacer nada hacia el exterior, es nuestro INTERIOR el que se activa para salir adelante. Este pensar, hacerse preguntas nos lleva a la REFLEXIÓN.

Reflexionar sobre qué vida llevamos, ¿qué está bien, qué habría que cambiar, qué ganamos/aprendemos de todo esto, es realmente justo, cierto y lógico como todo sucede?

A partir de estas inquietudes básicas que definen la realidad que vivimos, ahora, en momentos de “parón”, de quietud debido al covid-19 podemos tener el tiempo y las herramientas para responderlas. 

¿Realmente llevamos las riendas de nuestra vida? Ahora más que nunca nos damos cuenta que vivimos para otros, somos las piezas de un ajedrez que avanzan para proteger algo más grande y que supuestamente nos protege a cambio de aquello que nos permite tener las necesidades cubiertas y vivir de la mejor manera posible. Ahora que tenemos el tiempo para analizar muchas situaciones es un buen momento de ordenar y valorar en qué SISTEMA vivimos y cómo es. Para algunos esta situación no será nada más que un caos y desean que pase todo para poder regresar a donde estábamos. Para otros será una oportunidad para echar una mirada atrás, reflexionar y encontrar herramientas y aptitudes que nos hagan regresar renovados y con una mejor calidad de vida en el aspecto interno. 

En los últimos días estamos siendo espectadores de las acciones, palabras, valores y modales del Sistema, de un grupo de individuos que gestionan nuestras acciones y de los cuáles somos dependientes para sobrevivir materialmente. Sin embargo, a pesar de la importancia de lo material, estos días en casa, sin poder relacionarnos con los que queremos salvo mediante las redes sociales, nos llevan a valorar la importancia de los VALORES. Valores como la unión, la cooperación, el amor, la compasión, etc, son los que nos caracterizan como personas. Valores que quizás teníamos olvidados o no dábamos suficiente importancia.

VALORES y SENTIMIENTOS que están y siempre han estado en nuestro INTERIOR y que es momento de volver a recogerlos para poder crear, generar y afrontar el regreso.

¿A dónde lleva todo esto? A conectar con nuestro interior, con los valores, sentimientos y aquello que nos importa nos hace replantearnos quienes somos, qué queremos y hacia dónde queremos ir. Con ello conseguimos conectarnos con nuestro camino espiritual, elevando la consciencia, atraer buenas vibraciones, calmar el ego, calmar la mente. Avanzar siguiendo los patrones del exterior pero teniendo presente en todo momento los patrones de nuestro interior, nuestros verdaderos guías.

No lo olvidemos, estamos hechos de energía, de luz, somos pedacitos de ese universo infinito. Despierta, usa tu luz, tu energía, tu intuición para vivir.

Con mucho amor,

Sara