LA IMPORTANCIA DE DEDICARTE UN MOMENTO PARA TI

¿Dedicas un momento del día a tu bienestar, a tu hobbie, a aquello que te “desconecta” de la rutina diaria? ¿Te permites tomarte unos minutos exclusivamente a ti, te permites unos minutos para estar contigo mism@? ¿Existe en tu agenda diaria un espacio dedicado a ti?

Recientemente con todo el cambio global que estamos experimentando son muchas las personas que se sienten desorientadas, muchas son las personas que sienten que algo en su vida y en su interior se ha removido, se sienten diferentes. Personas que haciendo lo mismo que antes y sin embargo sienten angustia, estancamiento, que algo no está bien, sienten como si tuvieran delante una pared y no poder avanzar.

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TODO está cambiando: la manera de hacer las cosas, la manera de relacionarnos, de comunicarnos, el campo energético de la tierra, la naturaleza, la alimentación (recientemente hay más consciencia ecológica y de salud nuestra y del planeta). Podríamos hacer una encuesta o entrevistar a muchas personas y cada una de ellas diría algo en lo que ha sentido cambios y diferencia en su vida respecto al año anterior.

También están las personas que la vida ya las estaba preparando para este gran cambio, como es mi caso, aún así el reto es el mismo. A todos nos llega ese momento de clic o de reflexión vital.

Lo que quiero decir con todo ello y el tema de este post es que algo que ayuda muchísimo a afrontar los cambios, por no decir que para mí es lo más importante, es conectar con uno mismo. Estamos constantemente expuestos al exterior: el trabajo, los hijos, los amigos y conocidos, la familia, la comunidad de la que formamos parte (política, sociedad, redes sociales,…) y quien tiene que lidiar con toda esa información externa es uno mismo, nuestro ser interior. La mente, el cuerpo y las emociones tienen que lidiar con lo externo y si no conocemos sus estrategias y sus maneras de hacer frente a ello ¿cómo lo vamos a afrontar? Este desequilibrio y falta de herramientas para afrontar lo externo nos lleva a ansiedad, depresión, malestares y enfermedades físicas, altibajos emocionales y sobretodo, lo que sucede HOY: DESORIENTACIÓN

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Por ello la manera más sencilla y la primera que debe usarse para no caer en ese abismo del que cuesta salir es aprender a conocernos, aprender a escucharnos y descifrar quiénes somos, cómo nos sentimos, qué pensamos, qué es lo que nos gusta o apasiona, qué nos gustaría hacer si la vida o el mundo se terminara, qué nos gustaría hacer si nadie nos lo impidiera o si no existiera la crítica y el juicio? Y otras infinitas preguntas que llevan a lo que se llama Desarrollo o Crecimiento personal.

No somos conscientes de que al final del día nos vamos a dormir con uno mismo, lo individual es lo que empieza y acaba el día y en cambio, TODO o gran parte de lo que hacemos durante el día va dirigido al otro, ya sean personas o cosas. Esto lleva a un conflicto interno en el que además nos sentimos culpables por no poder hacerle frente y víctimas de algo que creemos que no podemos controlar, falso! Y de aquí el gran RETO.

Lo que necesitamos es PARAR. Llevamos una vida, un día a día que ha sido impuesto por el sistema, por la educación y nos dejamos llevar por ellos pero lo que no podemos obviar es nuestra naturaleza, lo que el niño interior hubiera hecho en algún momento de su vida. Ese niño que ahora de adulto tiene su llama apagada, es momento de volverla a encender.

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Lo que propongo es incluir como hábito diario un momento para uno mismo, un momento en el que nada nos distraiga, si podemos estar solos mejor. En ese momento debemos hacer algo que deseemos hacer, algo que sepamos que haciéndolo nos va a subir el ánimo y la energía. El tiempo puede ser variable, pueden ser 10 minutos de meditación a 1 hora de lectura.

Sí aconsejo que sea algo en lo que cuerpo, mente y emociones se sienta tranquilo, sereno y en paz, es decir, no es lo mismo leer o escuchar música que hacer ejercicio cardiovascular en el que movemos demasiada energía y nos centramos en algo más material como seria el físico. En otras palabras debe ser algo que nos cree un estado meditativo y de presencia con nosotros mismos.

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Al cabo de un tiempo de realizar este hábito de manera constante podremos comprobar que nos sentimos diferentes, con más energía, con más compasión y tolerancia ante conflictos. Algo muy importante y útil es tomar consciencia de cómo nos sentimos, de cómo nos ha hecho sentir algo que hemos vivido que nos ha molestado (discusión, conflicto, desacuerdo,..). La mejor manera de hacerlo es por escrito pero también se puede hacer en voz alta o diciéndoselo a alguien de confianza y que sepamos que nos va  a escuchar y comprender. Lo principal es que salga de nuestra mente, cuanto menos cosas guardemos mejor.

Un ejemplo de mi rutina de tiempo para mí es cada mañana antes de desayunar hago una meditación de unos 5-10 minutos y dedico otros 20 minutos a mi autopráctica de yoga. Con 30 minutos cada mañana en tan sólo dos semanas ya noté los cambios en mi ánimo a lo largo del día. De esta manera me permito despertarme, conectar con mi cuerpo, mi mente, mis emociones, mi yo y una vez ya estoy activa y despierta entonces ya me siento preparada para salir y dar al mundo lo que tengo que hacer ese día.

Si no se puede por la mañana pues por la tarde-noche. Es increíble pero el cuerpo y el ser interior lo piden.

Y tú, qué dices? Te animas a probarlo?

Si quieres saber más sobre hábitos saludables, en este post comparto algunos más

Un abrazo,

Sara

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