5 PRÁCTICAS PARA CALMAR LA ANSIEDAD EN TIEMPOS DE INCERTIDUMBRE

Sabemos que consciente o inconscientemente la ansiedad nos visita a menudo en nuestras vidas, a algunos en momentos puntuales y a otros casi constantemente. A nuestra mente le gusta estar siempre ocupada y a nuestro cuerpo le gusta estar siempre activo, la combinación de ambos nos lleva al estrés y este se transforma en ansiedad.

En momentos de incertidumbre, de duda ante cuestiones del día a día, la falta o exceso de trabajo, el no saber el rumbo de nuestra vida, el sentirnos perdidos, entre otros, hace que nos sintamos ansiosos. Ansiosos por saber qué pasará, por conocer cómo estaremos en un futuro próximo, por saber qué decisiones debemos tomar y qué pasará en cada caso, y muchas otras cuestiones.

Es inevitable caer en manos de la ansiedad, especialmente llevando el ritmo y estilo de vida que llevamos, lo que sí podemos hacer es aceptarla, ser conscientes de que algo anda no muy bien y que hay que hacer algunos cambios para que nuestra salud no se vea comprometida a largo plazo.

jeshoots-com--2vD8lIhdnw-unsplash

Aquí te dejo 5 prácticas para calmar la ansiedad en tiempos de incertidumbre:

1– El EJERCICIO, tanto físico como mental.

Muévete. El cuerpo está hecho para moverse y al hacerlo pone en marcha sus músculos, articulaciones, activando los sistemas nervioso, circulatorio y respiratorio. Conjuntamente estimula el funcionamiento de los órganos del cuerpo ayudando a su depuración. Ayuda a estabilizar el sistema hormonal y por lo tanto nos hace sentirnos más ligeros, activos, con más buen humor y energía.

Escoge un tipo de ejercicio que se adapte a tu estilo de vida (jornada laboral, hijos,…) y sobretodo que te guste o que sientas curiosidad. No hace falta ir a lo grande, empieza por caminar, por realizar unos suaves estiramientos que ayuden a activar y a la vez a relajar la musculatura que acumula más tensión de lo que pensamos. Lo importante es conectar con el cuerpo, conocerlo y saber si hay alguna molestia y dónde, si sentimos algún bloqueo en alguna zona, si apetece hacer algo más dinámico o algo más estático.

Pasa a la acción —> prueba lo que más te apetezca (yoga, pilates, correr, pesas o fuerza, zumba, hay muchísimos). Lo importante es que tu cuerpo y tu mente se sientan bien con el ejercicio que escojas.

O, quizás no te apetece o no necesitas moverte sino que necesitas calmarte, relajarte, hacer una pausa total. La mente también se merece un descanso y para ello es muy útil la meditación y la respiración. Busca un lugar cómodo y tranquilo y dedícate unos minutos a respirar profundamente y realizar unos ejercicios de respiración diafragmática (abdominal) para llenar y vaciar bien el abdomen. La respiración es vida, es el primer alimento al nacer y lo hemos descuidado mucho. Vivimos el día con respiraciones cortas, rápidas y entrecortadas. Respirar profundamente ayuda a restablecer el ritmo natural de la respiración a la vez que calma el sistema nervioso.

Y si quieres probar la meditación, simplemente cierra los ojos y céntrate en la respiración. Puedes observar tus pensamientos sin juzgar, sólo observar, puedes invitar a que estos pensamientos marchen e intentar no pensar en nada o puedes usar una melodía, música vibraciones o meditación guiada.

bruce-mars-HHXdPG_eTIQ-unsplash

2- Realiza UNA ACTIVIDAD A LA VEZ y con atención plena, lo que conocemos como mindfulness. Pienso sólo en lo que estás haciendo ahora y no en lo que harás después. Puedes organizarte si eso te relaja pero hagas lo que hagas estate en el presente y que tu foco y tu mente estén sólo en eso. De esta manera disfrutarás más de lo que estás haciendo y te estresarás menos. Ejemplo: estar con el móvil o estar viendo una película, ambas cosas a la vez no.

Importante! Ponle tiempo a la tecnología, nos distrae y estimula mucho los sentidos.

3- SOCIALÍZATE, comparte experiencias, no te lo quedes para ti.

Queda con la gente más querida y comparte tus emociones, dudas y experiencias vividas. El compartir hace que nos sintamos menos solos y más unidos y más conectados con las vivencias de los demás. Busca un momento al día o a la semana para tomar un café con alguien o incluso en casa tener tiempo para cenar o comer juntos y mantener conversaciones interesantes.

4- PRIORIZA, observa, analiza lo que tienes en tu vida ya sea material, social o algún hábito o rutina y valóralo. Quédate con aquello que te aporta algo que consideras valioso sino deshazte de ello, está ocupando un lugar en tu tiempo y en tu mente que no necesitas.

5– CUIDA el SUEÑO y la ALIMENTACIÓN

No tener un sueño reparador eleva los niveles de cortisol en el cuerpo lo que es lo mismo que la hormona del estrés. Así que si no descansamos bien difícilmente tendremos la energía necesaria y emocionalmente estaremos agotados.

Nutre tu cuerpo con los alimentos más frescos y preferiblemente vegetales, frutas y cereales. Evita comidas pesadas que ralentizan la digestión y lo procesado que ya sabemos que el azúcar no sólo es inflamatoria sino que aporta una “falsa” energía.

El cuerpo tiene hambre porque necesita nutrientes y para luego obtener de ellos la energía que necesita, no al revés.

Acepta la situación o momento en el que estás ahora, no lo juzgues simplemente observa qué es lo que te está enseñando. Aprende la lección, agradece y continúa.

OCÚPATE PERO SIN PREOCUPARTE

Agradecimientos a @FisiomYoga_Terapeutico por la idea del post

Con amor,

Sara

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *